Habitación amplia y cómoda, pero spa deficiente.

El spa proporcionó un gran momento de relajación, aunque la reserva fue complicada.

me encantaría regresar

La habitación era amplísima, con aire acondicionado y un vestidor super práctico. Tenía un minibar, un baño privado con ducha y bañera, además de dos lavabos. disfrutamos de la piscina al aire libre que era genial para refrescarse. El desayuno estaba riquísimo, con opciones variadas como croissants y zumos naturales.

Ubicación espectacular, habitaciones grandísimas y con un baño que parece de diseñador. El desayuno es un manjar, con opciones súper frescas. Pero, ¡uy! las sillas son un poco incómodas. El servicio, muy atento, siempre con una sonrisa.

La habitación era amplia y disfruté de la cómoda ducha de dos cabezales. Sin embargo, el mantenimiento podría mejorar, ya que noté algunos detalles como la moqueta del pasillo un poco desgastada. Volvería a considerar este lugar para una estancia más larga y poder disfrutar de todas las instalaciones que ofrece.

Recomendaría el lugar sin duda alguna para un viaje fugaz

Maravilloso hotel, limpio hotel, con un desayuno delicioso que incluye croissants y zumos naturales, además de una piscina al aire libre ideal para relajarse entre visitas y un spa acogedor que ofrece una experiencia de paz incomparable.

No tengo nada que criticar

La piscina al aire libre era un lugar perfecto para relajarse después de un día de turismo.

El sistema de encendido de luces en la habitación fue un poco confuso, no quedó claro cómo funcionaba.

Es un hotel contemporáneo con reconocimiento arquitectónico, habitaciones que son un verdadero oasis de espacio y confort, y una piscina exterior ideal para relajarse después de un día explorando la ciudad, y todo ello a solo unos pasos del centro.

La decoración moderna del hotel combina perfectamente con su historia, creando un ambiente acogedor. Los espacios son amplios y accesibles, lo que facilita el desplazamiento para personas mayores como yo, lo que hizo mi estancia muy placentera.

Mejorar la comodidad de las sillas comunes.

El Parador es como un abrazo cálido después de un día explorando Alcalá. La habitación era tan espaciosa que me sentí como si estuviera en una suite presidencial, con una ducha de dos cabezales que hacía que cada baño fuera una experiencia digna de un spa. Disfrutar de la piscina al aire libre sobre todo al atardecer fue como tener un rincón de paraíso solo para mí.

Acceso limitado

Detalles que marcan la diferencia

Disfruté de un desayuno con una selección irresistible de quesos y jamones locales, todo servido en un ambiente relajante donde me sentí como en casa. La atención del personal, siempre sonriente y dispuesto a ayudar, hizo que cada momento fuera especial.

Sin embargo, las luces en la habitación eran un poco complicadas de manejar, lo que me hizo perder algunos minutos tratando de entender el sistema. Además, la falta de enchufes cerca de las mesitas para cargar el móvil fue un pequeño inconveniente.

La estancia fue realmente agradable, especialmente por la tranquilidad del lugar y la calidad del desayuno, que ofrecía una variedad deliciosa como croissants y zumos frescos. Disfrutamos mucho de la piscina al aire libre, que fue ideal para relajarnos después de explorar la hermosa Alcalá de Henares y sus monumentos históricos. Sin embargo, tuvimos ciertos inconvenientes con el acceso a la carga de nuestro vehículo eléctrico, aunque el personal hizo su mejor esfuerzo para ayudarnos.

amplia habitación pero acceso limitado

La habitación era increíblemente espaciosa y cómoda, me sentí como en casa. La piscina al aire libre ofreció un entorno relajante, especialmente al atardecer, creando un momento mágico durante mi estancia. Además, el desayuno fue un verdadero placer con opciones frescas y deliciosas como croissants y zumos naturales.

El acceso a la carga de vehículos eléctricos fue complicado, lo cual fue un inconveniente.

Ubicación perfecta y habitaciones amplias como un campo de fútbol. El spa es un lujo, el masaje de 10. Ideal para desconectar.

Pedí zapatillas y nunca llegaron. Un 4 estrellas sin pantuflas es como un té sin galletas.